No soy propietario de un iPod por una sencilla razón: no me ha sobrado el suficente dinero para comprar uno, tampoc tengo algún caritativo amigo que me haya regalado uno. Así que no puedo opinar si es o no un lujo, pero acá en El Universal si lo piensan.
Saquen ustedes sus conclusiones.
Pero confieso que en cuanto tenga dinero suficiente me daré el gusto de comprar un iPod, pero antes una PowerBook que me urge para el trabajo.
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