Bienvenidos al mundo real: el Sistema Solar no pertenece a la Vía Láctea, la galaxia en la que, desde que lo vimos en la escuela elemental, suponemos que vivimos. Nada, hombre, pertenecemos a la galaxia enana Sagitario, diez mil veces más pequeña en masa que la galaxia Vía Láctea, que ahora mismo está devorando a nuestra, verdadera vecindad.
Todo esto se sabe ahora porque al fin se ha podido conocer un enigma que mantuvo ocupados por siglos a los astrónomos: ¿por qué la Vía Láctea se observa inclinada? Esto porque si fuéramos vecinos de la Vía Lactea, debería verse en el cielo aproximadamente en el mismo eje en que el Sol lo recorre.
La respuesta vino de un estudio sobre las emisiones infrarrojas, lidereado por la Universidad de Massachussets y realizado en 2003, publicado en la revista especializada
Astrophysical Journal.
El mapeo infrarojo, realizado por gente de las universidades de Virginia y Massachussets, procesado con supercomputadoras para clasificar unas 50 mil estrellas mostró en su totalidad la galaxia enana Sagitario y la forma caníbal en que la Vía Láctea la está engullendo.
A través de los mapas infrarrojos, los astrónomos filtraron millones de estrellas para enfocarse en las llamadas M Gigante. Estas estrellas son abundantes en la galaxia Sagitario, pero poco comunes en la Vía Láctea.
Antes de este trabajo, los astrónomos sólo habían detectado algunas estrellas dispersas de la galaxia enana Sagitario. Incluso se desconocía la existencia de ésta hasta que se descubrió el corazón de esta concentración satélite de estrellas en 1994 por parte de un equipo británico de astrónomos.
El ángulo con el que es visible la Vía Láctea se vea en el cielo habían intrigado a los astrónomos. Si nuestro planeta se hubiera originado en la Vía Láctea, estaríamos orientados a la eclíptica de la galaxia, con los planetas alineados alrededor del Sol en un ángulo muy similar al que está alineado nuestro Sol.
Por el contrario, como sugiriera el investigador Matthew Perkins Edwin, el extraño ángulo sugiere que nuestro Sol está influenciado por otro sistema; ahora el mapa infrarrojo parece resolver el enigma y aclarar el verdadero origen de nuestro sistema solar.
"Pertenecemos a otra galaxia en proceso de fusionarse con la Vía Láctea. La Vía Láctea no es de hecho nuestra galaxia de origen. El misterio de por qué la Vía Láctea siempre se ve con un ángulo en el cielo nocturno no había sido respondida hasta hoy", afirma Michael Skrutskie, coautor del estudio y profesor de astronomía de la Universidad de Virginia.
Así es, hemos vivido en una galaxia que apenas recién, 1994, se descubrió. Es como cuando despiertas en una cama ajena, en una recámara ajena, en una casa ajena, en fín, en una galaxia ajena pero que ahora sabes es tu verdadera casa.
El estudio ayudará a despejar la duda de por qué la Vía Láctea se ve inclinada en el cielo, pero creará otras incógnitas: ¿hace cuánto tiempo que la vecina comenzó a devorarnos? ¿Cómo ha afectado ese movimiento al Sistema Solar? Y mucas interrogantes mas.
Fuente: El Universal |
La Tierra no proviene de la Vía Láctea aseguran astrónomosTechnorati tags: Vía Láctea galaxia Sagitario astronomía Sistema Solar emisiones infrarojas estrellas galaxia enana devorando canibalismo