En Alt1040, Eduardo comenta un artículo de Wired en el que hablan de los usuarios Mac que guardan las cajas de empaque de los productos de la empresa con sede en Cupertino, California.
Wired los llama Apple Pack Rats, y como Eduardo debo confesarme uno de ellos, aunque mi esposa haga gestos a la hora de mover de un lado para otro las cajas.
De dos computadoras, una PowerBook G3 Series y una PowerMac 6500 no tengo las cajas porque las adquirí usadas. Pero de la G4 y de otra PowerBook si que las tengo y las guardo para ponerlas en un lugar visible ahora que estrene la oficina que desde hace un año estoy construyendo en una esquina que le robé al patio.
A veces voy a la oficina de mi proveedor de equipos Apple y me quedo unos minutos embobado con las cajas de productos que tiene ahi: las de los iPods, las de los teclados, las del MacOSX. Me dan ganas de pedirle algunas para llevarlas a mi casa.
En la oficina de mi esposa, el otro día vi sobre un librero negro la caja de la PowerBook que usa, cuidadosamente acomodada. Me dió gusto que un empaque sea, al mismo tiempo, un objeto decorativo, elegante, sobrio. Y no un pedazo de cartón camino al bote de la basura.
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