"Mi aportación se limita a advertir sobre lo que para mí representa un riesgo (regular el gasto electoral en radio y televisión), que no sólo nos detendría en nuestro afán de progreso, pero aun nos llevaría a un vicio democrático que inevitablemente se traduciría en elecciones de gobernantes y legisladores posiblemente populares por otras causas, pero muchas veces de mentiras, sin sustento ideológico, sin capacidad técnica o sin oficio político para gobernar, pero eso sí, con el apoyo del voto popular legítimo, pero inspirado en la ignorancia".
Semejante improperio lo dijo Jorge Mendoza, presidente de la Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión, y empleado de Ricardo Salinas Pliego (dueño de Tv Azteca), ante los comentarios, más que fundados de Miguel Angel Granados Chapa y Federico Arreola en el foro sobre la reforma del Estado que en la Cámara de Diputados se organizó el jueves 30 de septiembre, donde ambos periodistas señalaron los abusos de las televisoras a la hora de dar espacios a los partidos políticos y de influir en el ánimo de la gente para que voten por quien les conviene.
En conclusión, la gente es inteligente cuando vota por quien le dicen las televisoras.
Es bastante majadero que la Cámara que agrupa radio y televisión diga que ellos tienen la verdad; hay otros medios que si informan a los ciudadanos.
Más que tener el monopolio de la verdad, como pretenden, lo que está en sus manos es el monopolio de las concesiones.
Y por supuesto que urge una regulación a todo ese abuso, porque al tiempo que faltan a su responsabilidad social, las televisoras son cómplices de los abusos del gobierno.
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